Eduardo Brito (Puerto Plata 1906-1947) es considerado como uno de los mejores barítonos de la República Dominicana. En 1929 realiza una gran serie de grabaciones en Nueva York, donde fusiona su experiencia clásica (Opera Italiana y Zarzuela Española) con ritmos criollos que lo inmortalizan, realizando numerosas presentaciones en Europa y el Caribe. La sala principal del Teatro Nacional en Santo Domingo lleva el nombre de este gran precursor de la música dominicana.